La psicología positiva es una rama de la psicología de reciente aparición que busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen a las cualidades y emociones positivas del ser humano, durante tanto tiempo ignoradas por la psicología. El objeto de este interés es aportar nuevos conocimientos acerca de la psique humana no sólo para ayudar a resolver los problemas de salud mental que adolecen a los individuos, sino también para alcanzar mejor calidad de vida y bienestar, todo ello sin apartarse nunca de la más rigurosa metodología científica propia de toda ciencia de la salud.

La psicología positiva supone un cambio de perspectiva a la hora de tratar los problemas psicológicos, varios autores la definen como el “estudio científico del funcionamiento humano óptimo” (Ken Sheldon, Barbara Frederickson, Kevin Rathunde, Mihayl Csikszentmihalyi and Jon Haidt, 1999).

La principal aportación de la psicología positiva radica en tomar como base las fortalezas de cada persona, y desarrollar estrategias para optimizar los propios recursos. De esta forma se consigue dotar al individuo de las habilidades y métodos necesarios que le permitan manejar de forma más eficaz los problemas y situaciones complicadas a los que se enfrenta en su vida cotidiana.
Una vez que la persona integra estas estrategias en su vida, siente un mayor control, ve incrementada su confianza y bienestar, estableciéndose una función preventiva ante las posibles dificultades que se puedan presentar en el futuro.